A PUERTA CERRADA
De Jean Paul Sartre
Dirección: Alejandro Magnone
Actúan: Analía Malvido, Sylvia Tavcar, Alejandra Vicco y Alejandro Zanga
Tres personas se encuentran, después de su muerte, en un infierno muy particular. Allí, la mirada del otro se convertirá en una necesidad extrema: dependerán de ella para reconocerse, para existir. Se confrontarán unos con otros, convirtiéndose en verdugos recíprocos para toda la eternidad.
Sartre elige esta paradoja del encierro para hablar con humor e ironía acerca de la libertad.
Vestuario: Mercedes Arturo
Asistente de vestuario: Julieta Sandez
Maquillaje y peinado: Constanza Pescio
Diseño de luces: Sergio D’Angelo
Escenografía: Julieta Potenze
Coreografía: Luciana Prato
Música: Fernando Giusiano
Asistencia: Ximena Viscarret
Producción ejecutiva: Tatiana Sandoval
Prensa: Carolina Alfonso - 4802-4607 – 155-662-6006 - caroalfonso@gmail.com
ESTE ESPECTÁCULO CUENTA CON EL APOYO DE PROTEATRO
ESTRENO: 20 DE JUNIO
LA TERTULIA
Gallo 826 – 6327-0303
Funciones: viernes a las 21
Entradas: $ 20 y $ 15 (descuentos a estudiantes y jubilados)
Palabras del director:
“Los grandes pensadores nos plantean en sus obras dilemas que nos hacen cuestionar nuestra propia existencia.
En nuestro inconsciente colectivo judeo-cristiano la idea de infierno post mortem es un lugar donde el alma se quema eternamente. El autor, desde su perspectiva filosófica, destruye esta idea de infierno de la cultura occidental y presenta un infierno diferente:
En lugar de tinieblas, luz constante. En lugar de padecimiento físico, la tortura sin pausa del que nunca volverá a dormir. En lugar de chasquidos de látigo y gritos de dolor, los sonidos de las palabras y el silencio que hiere.
No es un lugar poblado de máquinas de tortura y hogueras, sino un recinto cómodo, donde la incomodidad de cada personaje radica en que, irremediablemente, ninguno podrá liberarse del tormento que los demás, con su sola presencia, le infringen.
El autor nos sumerge en temas como la nada, el todo, el castigo, la muerte y nos indaga a través de cada personaje.
La inteligencia de Sartre nos plantea una idea de infierno donde es la razón la que se pone en jaque en cada movimiento de estos tres personajes.
Lo más interesante de esta obra, a mi criterio, es que la realidad en que vive nuestra sociedad no dista de una situación próxima a un infierno sartreano, donde se ha vuelto imprescindible la mirada de los otros para existir.”
Alejandro Magnone
De Jean Paul Sartre
Dirección: Alejandro Magnone
Actúan: Analía Malvido, Sylvia Tavcar, Alejandra Vicco y Alejandro Zanga
Tres personas se encuentran, después de su muerte, en un infierno muy particular. Allí, la mirada del otro se convertirá en una necesidad extrema: dependerán de ella para reconocerse, para existir. Se confrontarán unos con otros, convirtiéndose en verdugos recíprocos para toda la eternidad.
Sartre elige esta paradoja del encierro para hablar con humor e ironía acerca de la libertad.
Vestuario: Mercedes Arturo
Asistente de vestuario: Julieta Sandez
Maquillaje y peinado: Constanza Pescio
Diseño de luces: Sergio D’Angelo
Escenografía: Julieta Potenze
Coreografía: Luciana Prato
Música: Fernando Giusiano
Asistencia: Ximena Viscarret
Producción ejecutiva: Tatiana Sandoval
Prensa: Carolina Alfonso - 4802-4607 – 155-662-6006 - caroalfonso@gmail.com
ESTE ESPECTÁCULO CUENTA CON EL APOYO DE PROTEATRO
ESTRENO: 20 DE JUNIO
LA TERTULIA
Gallo 826 – 6327-0303
Funciones: viernes a las 21
Entradas: $ 20 y $ 15 (descuentos a estudiantes y jubilados)
Palabras del director:
“Los grandes pensadores nos plantean en sus obras dilemas que nos hacen cuestionar nuestra propia existencia.
En nuestro inconsciente colectivo judeo-cristiano la idea de infierno post mortem es un lugar donde el alma se quema eternamente. El autor, desde su perspectiva filosófica, destruye esta idea de infierno de la cultura occidental y presenta un infierno diferente:
En lugar de tinieblas, luz constante. En lugar de padecimiento físico, la tortura sin pausa del que nunca volverá a dormir. En lugar de chasquidos de látigo y gritos de dolor, los sonidos de las palabras y el silencio que hiere.
No es un lugar poblado de máquinas de tortura y hogueras, sino un recinto cómodo, donde la incomodidad de cada personaje radica en que, irremediablemente, ninguno podrá liberarse del tormento que los demás, con su sola presencia, le infringen.
El autor nos sumerge en temas como la nada, el todo, el castigo, la muerte y nos indaga a través de cada personaje.
La inteligencia de Sartre nos plantea una idea de infierno donde es la razón la que se pone en jaque en cada movimiento de estos tres personajes.
Lo más interesante de esta obra, a mi criterio, es que la realidad en que vive nuestra sociedad no dista de una situación próxima a un infierno sartreano, donde se ha vuelto imprescindible la mirada de los otros para existir.”
Alejandro Magnone
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